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| Isla Grande, instalaciones hoteleras. |
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| Isla Grande, instalaciones hoteleras.- Cocina. |
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| Isla Grande. |
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| Parque Nacional Natural Corales del Rosario ¡Ja! |
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| Isla Grande, instalaciones hoteleras. |
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| Parque Nacional Natural Corales del Rosario ¡Ja! |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
He dudado mucho antes de decidirme a publicar esta entrada sobre el «Parque Nacional Natural Corales del Rosario», rimbombante título oficial que ostenta el archipiélago de las Islas del Rosario, pues me parecía reiterativa. Finalmente, aún a riesgo de aburrirlos, he creído que era mi obligación hacerlo por si en algo puede contribuir —lo dudo mucho— a salvar esta maravilla natural; si es que aún tiene remedio, claro.
Todo aquí está orientado a un negocio rápido en el que la naturaleza es lo que menos importa, si es que alguna vez autoridades, empresarios hoteleros, operadores turísticos y visitantes tuvieron el más mínimo interés por ella.
Tras la fachada atractiva de los hoteles, que proliferan como setas en otoño lluvioso, uno puede encontrarse con la trastienda de cocinas en las que la higiene es un concepto desconocido o, como incluso puede verse en alguna de las fotos, desagües que vierten directamente al mar en zona de playa y embarcadero. ¿Acaso alguien piensa que tanto hotel no genera aguas residuales? ¿Dónde van a parar? Porque depuradoras, si las hay, yo no las vi.
La zona de Isla Grande en la que estuve es un poco más tranquila pero, en la Isla de Barú y otras más cercanas a tierra firme, se promociona un turismo masivo de alcohol, reguetón y otros ritmos machacones, embarcaciones rápidas de motores rugientes y otras cosas que no nombro. Turismo de calidad, para entendernos.
Los corales, que están en la base de estas islas, se rompen, se manosean, se pisan y se destruyen. Cuando salté la valla pude observarlo y se lo mostré a ustedes, ni siquiera los isleños respetan el medio ambiente; papeles, plásticos, botellas y demás lindezas adornan el paisaje por cualquier parte. Determinadas especies marinas están siendo objeto de una sobrepesca descontrolada para satisfacer a los turistas y todas se ven afectadas por la contaminación y destrucción del medio.
Y, para remate, cualquier expresidente colombiano o personajillo con dinero suficiente puede comprarse una isla en este supuesto «Parque Nacional Natural Corales del Rosario» y hacer con ella lo que le venga en gana.
Sólo queda una cosa, llorar por un paraíso perdido. Bueno, también otra, tomar venganza; pero si hasta el pueblo colombiano, verdadero propietario de estas islas, hace la vista gorda y colabora en su destrucción...
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Texto tomado de: «Crónicas de Viajes Reales o Soñados».
Autor: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
Mañana sale el Sol - Binomio de Oro (Vallenato clásico).
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