Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Me despido hasta pasadas las fiestas deseándoles a todos una feliz Navidad y un próspero y pacífico Año Nuevo.
NOTA: les ruego disculpen la falta de acento en la palabra próspero de la foto, no se trata de un olvido sino del empecinamiento del procesador de texto en no ponerlo. Al final tuve que rendirme.
Cholito Jesús (Villancico popular Peruano) - Los Toribianitos.
Todas las imágenes que aparecen en este blog son propiedad exclusiva de su autor y están protegidas por la legislación española y los acuerdos internacionales sobre los derechos de la propiedad intelectual y, por tanto, no pueden ser descargadas, reproducidas y/o modificadas sin el consentimiento expreso y por escrito del autor. En caso de estar interesado/a en alguna de ellas, ponte en contacto.
Si te reconoces en alguna fotografía y no deseas aparecer aquí, dímelo y estudiaré su retirada a la mayor brevedad posible.
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«Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.»
Gabriel Celaya La poesía es un arma cargada de futuro (Cantos Iberos, 1955).
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Como puede verse aún quedan sucesores de Tubal Caín, padre de la metalurgia y descendiente directo de Caín, primogénito de Adán y Eva; pero las razones que me han impulsado a publicar esta entrada no tienen tanto que ver con el noble oficio de herrero como con el gran debate al que varios de ustedes aluden en los comentarios de mi entrada anterior.
No seré yo quien niegue la evidencia. El cambio climático existe y las pruebas irrefutables del mismo son innumerables, como también lo es que, entre sus causas, la actividad humana es posiblemente una de las principales o, al menos, la única sobre la que podemos actuar.
Sentado este principio, lo que sí afirmo es que para afrontar el problema no es necesario abrir nuevos ni grandes debates. En la sociedad del espectáculo en que vivimos corremos el riesgo de que los debates se conviertan en un fin en sí mismos, en un teatrillo donde pavonearse de lo buenos, lo solidarios y lo ecologistas que somos. Resumiendo, en pura hipocresía.
Ha llegado el momento de actuar y, en esta materia, el cómo y sobre qué hemos de hacerlo le corresponde a los científicos. El aplicar las medidas a los gobiernos. Y nosotros, ciudadanos de a pie, la gran decisión que hemos de tomar es si vamos a poner el mayor problema que nos afecta en manos de actorcillos de cine, falsos progres de salón, cantantes de tonadas repetitivas, niñitas sin estudios ni conocimientos que repiten como loros la cantinela aprendida de quienes han hecho de esto un negocio o si, por el contrario, con nuestros votos y la fuerza de la razón, vamos a impulsar los gobiernos que, lejos de palabrería vacía, pongan en marcha con decisión y cueste lo que cueste las acciones que nos permitan seguir viviendo en el único planeta en que podemos hacerlo.
Todo lo demás «han ser contos», incluso éste. Se lo digo yo que por edad no creo que alcance a vivir la catástrofe pero usted, que es más joven, avive el seso y despierte. La solución, desde luego, no está en la media docena de bolsas de tela que han hecho unas lindas abuelitas en un pueblo para que sus nietecitos salgan en la televisión; es más, ni siquiera está en la televisión. El espectáculo entretiene, sólo entretiene.
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Mi amigo Nemesio, el "Neme", se ha quedado sin trabajo. Ferreiro de oficio, se ganaba la vida fabricando herraduras para las caballerías, herramientas agrícolas tradicionales y hermosas cercas, puertas y balcones de hierro forjado. Para ello le bastaba con un yunque, el martillo, las tenazas y un enorme fuelle de madera y cuero movido por un pedal con el que avivar el fuego.
Todo cambió el día en que una horda de marionetas fanáticas, adoradoras de una muñeca llamada Jheta Zumben, la marioneta madre, llegó a la pequeña aldea y asaltó su fragua, apagó el fuego sagrado y destruyó todo hasta no dejar piedra sobre piedra. Desnudo y emplumado fue conducido a lomos de un asno hasta la plaza del pueblo en medio del hedor de aquella muchedumbre que no se limpia el culo porque el papel procede de los árboles a través de un proceso industrial contaminante, ni se lo lava para no corromper el agua.
El pobre Neme no pudo alegar nada en su defensa, las pruebas eran abrumadoras: Había utilizado carbón de piedra y de raíz de brezo en su fragua; por lo que no sólo había contribuido a la deforestación, sino que también había emitido a la atmósfera una no despreciable cantidad de dióxido de carbono, siendo así responsable directo del efecto invernadero origen del cambio climático.
Al grito de «¡Jheta, Jheta, Jheta!» fue expuesto a la vergüenza pública y condenado a la exclusión social.
Hoy vive solo y abandonado. Conocidos y amigos renegamos de él. Yo mismo me pregunto cómo pude brindarle mi confianza a un destructor del planeta.
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Texto tomado de: «Han ser contos».
Atribuido a: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
NOTA: Quienes ya conocen toda o parte de la obra de este escritor saben que los personajes y hechos narrados en ella son pura ficción y que cualquier parecido con la realidad, en caso de haberlo, no pasaría de ser más que una mera coincidencia. El autor de este blog no necesariamente comparte sus opiniones. ¡Ah! la música de "A Bruxa" (La Bruja en castellano) no oculta ningún significado ni doble intención; simplemente me encantan el grupo Milladoiro y esta pieza que me trae resonancias de la Baja Edad Media.
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