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| Isla Grande, Colombia. Eco Hotel Las Flores. |
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| Isla Grande, Colombia. Caminos de la isla. |
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| Isla Grande, Colombia. Viviendas. |
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| Isla Grande, Colombia. Caminos de la isla. |
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| Isla Grande, Colombia. Caminos de la isla. |
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| Isla Grande, Colombia. Discoteca «Los Corales» |
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| Isla Grande, Colombia. «Refresquería los 4 hermanos» |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Después de todo saltar la valla no ha sido difícil. He encontrado una disimulada puerta defendida por dos enormes perros sesteando a la sombra que ni se han inmutado, además las cuerdas con las que están atados han sido calculadas para que no alcancen a nadie que circule por la senda. El cierre, primitivo pero eficaz, es un sencillo nudo marinero de los que me resultan familiares.
La música de este otro lado suena estridente, a todo volumen, y son himnos cristianos de alguna iglesia evangélica que parten, cosa curiosa, de un denominado «Eco Hotel Las Flores» —dichosas etiquetas «eco» y «bio»— que, al parecer, no cuenta con demasiados clientes.
No me cruzo con mucha gente. Unas jóvenes que se dirigen a una «Refresquería», unas niñas, que entre el polvo del camino ríen y juegan mientras comen helados, y poco más. Eso sí, en todos he encontrado un saludo amable. Este lado de la valla es menos cosmopolita, pero me parece más auténtico. He visto a lo lejos una escuela, he conocido la discoteca «Los Corales», donde se baila al aire libre en la noche de los viernes, y, de tierra a mar, he tenido ocasión de conversar con el vendedor de collares.
Me cuenta algo obvio. En las islas no hay agua dulce. Los hoteles pueden pagarla y la traen en embarcaciones desde tierra firme; ellos se las ingenian para recoger el agua de lluvia, almacenarla —tiene que durar para todo el año— y filtrarla antes de poder usarla. Los hoteles controlan toda la actividad económica y el empleo, pero ahora —me dice— hemos elegido a una alcaldesa que es de aquí y tiene estudios y está negociando con ellos que al menos un determinado número de puestos de trabajo se reserven para los isleños.
¿Fotos? Como ya he dicho en alguna ocasión, así como no publico todo lo que fotografío, tampoco fotografío todo lo que veo. Y hoy ha sido uno de esos días en los que me he sentido muy recatado.
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Texto tomado de: «Crónicas de Viajes Reales o Soñados».
Autor: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
Paisaje de Sol - Jorge Oñate (Vallenato clásico con Juancho Rois al acordeón).
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Excelentes imagenes Miguel. Yo cada dia soy mas selectivo a la hora de fotografiar y por supuesto a la hora de poublicar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hay una diferencia abismal entre las anteriores que hicistes y estas de ahora.
ResponderEliminarA mí parecer, estas últimas son las que mejor representan el sentir y el modo de vivir de un pueblo.
Besos
Vamos, que te has dado un baño de realismo al saltar la valla. Tus imágenes y explicación así lo atestiguan.
ResponderEliminarUn abrazo, Miguel.
Toda una belleza de imagenes, amigo... Y de lugar
ResponderEliminarA world from another world.
ResponderEliminarJeje! Me sigo partiendo con la historia de la sensación ardiente y los tiburones. Unos reportajes magníficos y las dos de las Garzas son impresionantes, una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo Miguel
That is a different world. Just traveling into this world can enrich you with a great experience.
ResponderEliminarIt's was interesting to read your impressions of what you saw.
The photographs are wonderful reflections of your experience.
A hug.
No hay duda Miguel. Lo tuyo es el reportaje. Tus fotos cuentan historias de esas que no son otra cosa (y no es poco) qué momentos de la vida cotidiana, aquello que sucede todos los días. Uno de los grandes valores de tus fotos es esa forma de mostrarnos lo que acontece a cada momento y de lo que muchos no somos conscientes y por supuesto capaces de retratar. Un abrazo
ResponderEliminarQuizás la valla les proteja más a ellos que a ti. En todo caso, no parece muy conveniente la mezcla bruta de los dos mundos, aunque sería deseable la igualación de los mismos.
ResponderEliminarPODI-.
Absolutely beautiful, well done Miguel.
ResponderEliminarEsa es la verdadera realidad entre el lujo de los hoteles Miguel y una de las razones por la que dicen que no dalgas. No quieren que se vea. Recatado y preciosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Miguel que buenas imágenes nos dejas.
ResponderEliminarQue tengas buena semana
Miguel que sitio tan bonito, te lo debes estar pasando muy bien. Un saludo
ResponderEliminarGuapísimos reportajes de las Islas del Rosario, pura inspiración colombiana. Enhorabuena Miguel, un fuerte abrazo desde Cantabria.
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