Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Hoy se cumplen dos años desde que la Unidad de Cirugía Torácica Mínimamente Invasiva del I.M.Q. San Rafael de A Coruña me salvó de lo que era, parafraseando a don Gabriel García Márquez, una muerte anunciada.
Desde entonces he recorrido 1.860 millones de kilómetros viajando alrededor del Sol y sigo aquí agarrándome a la vida con uñas y dientes.
Eso sí, no he mejorado mucho en lo de fotografiar velas en la oscuridad pero, mejor o peor, aquí están estas dos que he encendido como homenaje a los médicos —especialmente el doctor don Ricardo Fernández Prado que desde el primer momento estuvo siempre a mi lado—, a mi esposa, enfermeras, hermanos, familiares y amigos que a lo largo de este viaje, con vuestra compañía, oraciones, pensamientos y buenos deseos me habéis venido haciendo continuos regalos de vida, el bien más preciado con el que puedo contar.
Gracias a todos por cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo de aliento vital.
Todas las imágenes que aparecen en este blog son propiedad exclusiva de su autor y están protegidas por la legislación española y los acuerdos internacionales sobre los derechos de la propiedad intelectual y, por tanto, no pueden ser descargadas, reproducidas y/o modificadas sin el consentimiento expreso y por escrito del autor. En caso de estar interesado/a en alguna de ellas, ponte en contacto.
Si te reconoces en alguna fotografía y no deseas aparecer aquí, dímelo y estudiaré su retirada a la mayor brevedad posible.
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