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| Yacila, Paita, desierto. |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Nunca tuve la menor duda. Desde aquel 15 de marzo de 2019 en que Adalberto Rosauro y yo mismo hablamos con el vigésimo quinto de sus hijos nacidos de la mar la cuestión no era si habría o no extinción masiva, sino cuándo se produciría.
Conocedores de estos hechos, ambos nos encerramos a cal y canto junto a nuestra musa y amiga Elisenda Regina. Nos acompañan tres toneladas de alimentos no perecederos, cuarenta y cinco mil quinientos veintisiete rollos de papel higiénico, seis mil trescientos de papel de cocina, doscientas mil servilletas de doble capa, tres palés de mascarillas surtidas y otros tantos de guantes de nitrilo.
Llevamos varios días en los que el cielo tiene un color y un brillo extraños, los animales se han escondido, la tierra parece desierta y nos llegan noticias de que los hombres mueren por millares tanto en las ciudades como en los pueblos más remotos.
Hoy por radio solo se recibe un ruido de fondo, la pantalla del televisor tiene nieve en todas las cadenas, no hay cobertura telefónica y tampoco funciona Internet. El vigésimo quinto de los hijos de Adalberto acaba de entrar y está cerrando la puerta de la esclusa; el rostro de Elisenda se ilumina cuando el chiquillo dice: «Mujer, tu eres Eva, yo Adán y estos dos no son más que reliquias de un pasado que no ha de volver».
Consummatum est.
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Texto tomado de: «Han ser contos».
Autor: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
It Is Done - The Passion of the Christ.
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Si te reconoces en alguna fotografía y no deseas aparecer aquí, dímelo y estudiaré su retirada a la mayor brevedad posible.
La fotografía representa bien el símil de los que está sucediendo. Pero hay que ser optimista y pronto todo reverdecerá.
ResponderEliminarUn abrazo y cuidate.
Apocalíptico te veo. La foto excelente
ResponderEliminarCuídate Miguel
A soil wrinkled by heat.
ResponderEliminarLa imagen es muy desoladora, como lo que está sucediendo. Aunque por el contrario creo que los mares, ríos y cielos están más vivos que nunca...
ResponderEliminarUn abrazo Miguel y cuídate amigo
Se ve que es un desierto, en el que no hay ningún tipo de vida ni de animal ni vegetal.
ResponderEliminarAhora nuestras ciudades, parecen desiertos. Más taarde o más temprano saldremos de esta.....¡Que no decaiga el ánimo!
Besos
La verdad es que da miedo y tristeza,parece que fuèramos de cabeza a ese irreversible final.. Cuidate mucho Miguel :)
ResponderEliminarRocks have stories and history. I find this image very interesting because of lines, cracks and imperfection.
ResponderEliminarStay safe and take good care of yourself and your family.
A hug.
El mundo se hunde a nuestro alrededor y nosotros lo contemplamos a través de las noticias de la tele o de internet como si con nosotros no fuera la cosa. Números, cifras; infectados, muertos. Mientras siga netflix y tengamos papel higiénico no pasa nada.
ResponderEliminarUn saludo y cuídate
Esto ya no tiene solución posible. Las conciencias se han puesto en marcha pero, me temo que muy tarde. Un paisaje que habla por sí solo. Un abrazo Miguel
ResponderEliminarExcelente trabalho meu amigo, gostei.
ResponderEliminarUm abraço e boa semana.
Andarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
Mi parte positiva y mi parte negativa, se pelean pero han llegado a la conclusión de que no todo está perdido, que saldremos de esta, peró que los humanos somos tan burros que volveremos a las andadas. No hemos aprendido nada desde la revolución francesa.
ResponderEliminarUn abrazo Miguel y cuidaros mucho
Se nota el peso del horizonte. Sin duda el mañana será diferente, no sé si mejor. Una gran foto Miguel.
ResponderEliminarA beautiful photo, but alas, it is a deadly sin.
ResponderEliminarMe quedo con la foto porque si te fijas hay vida en ella, voy a por las gafas de la presbicia a ver si consigo ver por lo menos algunas hormigas o algo que se mueva, bonita foto.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Un paisaje desolador nos muestras en tu fotografía, Miguel, fiel reflejo de como están nuestras ciudades en estos difíciles momentos y que le viene como anillo al dedo para ilustrar el texto.
ResponderEliminarSaludos.