Casa de las Conchas, Salamanca, Claustro. |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Hoy, doce de octubre, de alguna manera he vuelto a mi lejana juventud en Salamanca.
Eran años de ilusiones, de despertares, de futuros por hacer y de arrimar el hombro. Eran épocas en las que, camisa abierta y pecho al aire, frente alta y cara al descubierto cantábamos a voz en cuello «Al Vent», la canción de un valenciano llamado Raimon. ¿Sabíamos de qué iba la cosa?, pues claro, por eso lo hacíamos.
En la noche de ayer, paseando por las cercanías del Cantón Grande de A Coruña, vi a cuatro encapuchados, vestidos de negro y tapados hasta los ojos, proferir insultos contra España y su bandera; la policía estaba delante y no hizo nada; pero ellos, por si acaso, invocaron su derecho a la «libertad de expresión» sin pensar ni lo más mínimo en que quizás los demás teníamos derecho a que se respeten nuestras ideas y nuestros símbolos.
Me sonreí recordando la libertad de expresión que teníamos nosotros a su edad y pensé que no debimos hacerlo tan mal después de todo, o sí, vaya usted a saber.
Por cierto, algún día les contaré parte de la historia de esta Casa de las Conchas.
Por cierto, algún día les contaré parte de la historia de esta Casa de las Conchas.
Raimon - Al Vent.
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Es toda una delicia pasear en la noche de los fines de semana por el casco histórico de Salamanca cortado al tráfico.
ResponderEliminarBonita foto de un lugar del que solo conozco el exterior, en mi próxima visita tratare de visitar su interior.
Gracias por mostrarlo.
Lo siento, se me paso comentar tu texto.
EliminarNo me gustan los encapuchados, me recuerdan demasiado a los verdugos.
Los que hemos pasado buena parte de nuestras vidas sin libertad de expresión, sabemos que es mil veces preferible permitir y escuchar palabras que no nos gustan, hieren nuestros sentimientos y ofenden nuestra inteligencia, que prohibirlas. Tal vez por eso hace más de 300 años que un tal François-Marie Arouet (alias Voltaire) pronunció la siguiente frase "No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo"
Un saludo.
Es triste eso que cuentas, menos mal que se compensa con esa maravilla (más por dentro que por fuera para mi gusto) que es la casa de las conchas. Un abrazo Miguel
ResponderEliminarEncapuchados,... Deberían saber que en esa España criticada se permite la crítica a ella misma - y mucho más - yendo a cara descubierta. Quizás prefieran otros escenarios.
ResponderEliminarpodi-.
Tus imágenes han despertado el recuerdo de mi visita a Salamanca, donde tuve ocasión de visitar esa preciosa cas y como no!, de paso tomar algunas imágenes.
ResponderEliminarEs triste lo que me cuentas....su rebeldía y su incorformismo le hacen cometer acciones incomprensibles.
Si se detuviera a pensar que es España....seguro que obraban de otra manera. España la formamos todas sus gentes en sus diferentes comunidades, que aportan una diversidad que la hace enriquecer en cultura y costumbres. De ellas han formado parte, escritores, músicos, pintores...y muchos grandes hombres que lograron una admiración mundial.
También esa gente sencilla...pescadores, agricultores y tantas gentes que han tenido una vida entera de trabajo y de duro sacrificio, que sólo desean vivir en paz y en un clima de convivencia...Ellos son parte importante de España y no merecen ser insultados.
Besos
La foto es magnífica con ese encuadre y esas líneas perfectas.
ResponderEliminarEstá la cosa para no salir del campo y no ver ni escuchar informativos, que eso si que es difícil...
Un abrazo
Buena foto de ese emblemático edificio salmantino, Miguel, que aunque lo más conocido es su fachada, el interior reúne mucha belleza arquitectónica e historia, como es este patio, donde se mazclan elementos medievales,mudéjares y renacentistas.
ResponderEliminarSaludos.
La libertad de expresión es un derecho indiscutible y saludable, pero debería ser un ejercicio necesariamente acompañado de responsabilidad y respeto a los demás. Es bastante lamentable que con demasiada frecuencia se confunde ese derecho con el simple exabrupto grosero generalmente acompañado de una altísima dosis de ignorancia.
ResponderEliminarLa foto, majestuosa como el edificio mismo.
Un abrazo.
Aunque estuve en Salamanca hace bastantes años, este claustro no lo recuerdo. La imagen, marca de la casa, es extraordinária.
ResponderEliminarLo que cuentas es realmente lamentable, no se donde vamos a llegar peró en los tiempos de que hablas, habia más respeto en general.
Un abrazo Miguel
Architecture without flaw, with many symbols. An optimal view.
ResponderEliminarSalamanca es algo más. En tus manos, cobra vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los que amamos la libertad, amamos a Raimon, símbolo de la misma, de la reivindicación, de la crítica y de tantas cosas opuestas al autoritarismo, la censura y la violencia, que sufrió en sus propias carnes.
ResponderEliminarGracias por traerlo y por compartir tu bonita fotografía de esta emblemática construcción llena de preciosos elementos arquitectónicos y que en otro tiempo fue cárcel.
Un abrazo Miguel.
Como muchos edificios de la época, a lo largo de los años ha pasado por muchas vicisitudes. Básicamente fue casa de familia y su fachada es el símbolo del amor entre don Rodrigo Arias Maldonado y doña Juana Pimentel, de cuya familia son símbolo las conchas. Es cierto que se dice que su sótano pudo ser utilizado durante algún tiempo como el lugar donde los estudiantes de la Universidad pagaban las penas impuestas por el Maestre-Escuela y que también ha sido utilizada en algún momento como cuartel pero, básicamente, ha sido vivienda familiar, colegio y, ahora, biblioteca. En todo caso siempre se recordará especialmente por dos cosas: El homenaje de amor de su esposo a doña Juana Pimentel y por ser la casa familiar de los Maldonado, entre ellos don Pedro.
EliminarUn abrazo,
Hermosa foto de esa magnifica casa llena de historia y arte como toda la ciudad, muchos y buenos recuerdos me trae de mis estancias en Salamanca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como me gusta ese edificio, y cuantas veces he pasado delante de el y otras tantas las que he entrado. Una foto fantástica de su patio, me ha encantado. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarThis photograph is beautifully balanced. Wonderful architecture and place. You can spend the whole day there and never get enough.
ResponderEliminarA hug.
He visto la Casa de las Conchas desde la calle, su famosa fachada, pero no su bello interior. Gracias a esta magnífica fotografia me hago una pequeá idea. Sin duda es una invitación a regresar a Salamanca, sin prisas.
ResponderEliminarGracias, Miguel, por compartirla.
Un abrazo.
Ya sabes el famoso dicho " Lo que natura no da, Salamanca non presta " Si hasta ahí llegan ....
ResponderEliminarMe quedo con tu imagen llena de historia y arte
Un abrazo, Miguel