Vallejera de Riofrío (Salamanca) a los píes del pico de Cabeza Gorda. Vista desde Trascorral en Navacarros. |
Vallejera de Riofrío (Salamanca). Ventana abierta a la Sierra de Béjar. |
¿Stonehenge?. No; potro de herrar en Vallejera de Riofrío (Salamanca). Camino de la Dehesa. |
Sierra de Béjar y Navacarros desde la C/. de la Cuesta, sobre el Regato Fresnedas, en Vallejera de Riofrío (Salamanca) |
Puede que alguna fotografía la veas mejor si haces click sobre ella.
Esta visita me ha hecho ver claro. El Vallejera de Riofrío que vivía en mi memoria ya no existe.
El pueblo, para bien o para mal —nunca se sabe—, ya no es el mismo y, aunque con algunas ruinas, parece florecer con casas remozadas y modernos alojamientos rurales. Hecho de menos las vacas, las boñigas alfombrando la tierra de las calles, los perros soleándose junto a las puertas, las gallinas y, sobre todo, aquel olor tan inconfundible. Ahora luce pulcro, aséptico y casi urbano, y sólo algún que otro rincón se resiste al cambio inexorable.
Me pregunto qué sería de las vidas de la señora Cruz, que me ayudo a nacer, del señor Julian, de Petra, Eleuterio y tantos otros. Qué memoria queda, aparte de la mía, de Florencia y Prudencio, a los que quise como abuelos... Yo ya los veía mayores cuando era niño y ni a preguntar me atrevo.
Pero, con mucho, la verdadera dimensión de la realidad me la da la seguridad de estar cruzándome con mis compañeros de juegos sin poder reconocerlos y sin que me reconozcan.
Está claro, Vallejera de Riofrío es para mi un recuerdo del pasado que no tiene sustento en el presente. Un buen recuerdo, eso sí, y una etapa de mi vida, la más temprana, que sin duda contribuyó a hacerme como soy. Pero ahí debe quedarse; acotado en sus justos términos.
Por eso, si algún día decido escribir estas memorias, le dedicaré tan sólo una línea al comienzo, "nací en Vallejera de Riofrío, un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca, y no me arrepiento de ello"; entre otras cosas porque de nada serviría arrepentirme.
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Texto extraído de un manuscrito hallado en la casa del cura de un pueblo y titulado: "Notas para un Borrador de Autobiografía Informal".
Autor: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
NOTA: Los textos no, que no son míos, son de Miguel Arcángel, pero este reportaje fotográfico en cuatro entregas lo dedico a todos "los zorros", unos de los animales más inteligentes y astutos de los que en la naturaleza hay. ;-)
Nota: La serie sobre Vallejera de Riofrío consta de cuatro entradas cuyos enlaces son los siguientes:
- Vallejera de Riofrío existe.
- Vallejera de Riofrío existe - II
- Vallejera de Riofrío existe - III
- Vallejera de Riofrío existe - IV y final.
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Si te reconoces en alguna fotografía y no deseas aparecer aquí, dímelo y estudiaré su retirada a la mayor brevedad posible.
You said that you will write the only one line in your memoir and it's a very profound line. The words " I don't regret it" tell so much. You came from this little town and you brought into your adult life wonderful experiences and memories. Vallejera de Riofrio is your homeland and your visit brought a wonderful photography and beautiful memories.
ResponderEliminarThank you for sharing these memories and splendid photographs with us.
A hug.
Kaya thank you very much. You, despite language differences, has perfectly understood the meaning of my words.
EliminarA warm greeting for you.
A don Miguel Arcángel probablemente ni le importaría ni tendría por que saber que los pedos de las vacas son los principales culpables del agujero de la capa de ozono, por lo demás en el Badajoz de 1985 las ovejas pasaban por debajo la terraza de casa y era zona urbana bien es cierto que lindando ya con el campo abierto, campo donde apenas unos meses después trasladamos nuestra residencia a un chalet que costó a mis padres cuatro duros, -de haber estado en Madrid cuesta imaginar ponerle un precio-, con parcela de 3500 metros y 330 construidos con chimenea, bodega, árboles frutales que planté yo y leñera cuya leña me encargaba de llevar al salón para calentar la casa. Recuerdo todo el proceso, el calor tan rico y el olor, ¡ah el olor a chimenea y a tierra mojada! dos de mis favoritos. En aquel lugar era por aquellos años un chico sano y tan pronto estaba en los tejados desatascando de hojas el camino que debía seguir el agua de lluvia como en el subsuelo recogiendo agua de la depuradora de la piscina o recortando el césped o regandolo a la antigua, esto es; manguera amarilla en mano. Mi memoria no ha olvidado aquellos años, por cierto en la parte alta de la parcela había y seguirá habiendo o no, un camino de cabras.
ResponderEliminarCuando nos instalamos allí, no llegaba el camión de la basura y por no haber no habia carretera sino tierra y baches por no decir directamente "trincheras", pero en pocos años mi padre lo vendió casi triplicando el precio de compra pues aquellos terrenos se habían convertido en un lugar de expansión y prosperidad con todo tipo de servicios inimaginables tiempo atrás.
Pero es que además hoy tengo que hablar de las fotos, de hecho pese a los textos que ya sabes cuanto condicionan una entrada, me parece que la excesiva nitidez se las carga hasta hacer que duelan los ojos, solo se salva a mi juicio la última y no entera, quiero decir, está bien si eliminamos dos dedos por abajo pero esto querido amigo es solo una opinión, por tanto no tiene porque ser ni compartida ni siquiera comprendida pero si no lo digo no es que explote pero uno dice siempre siempre lo que ve y a mi, ya ves, me parece lo que me parece.
En cuanto al texto me resulta muy agradable porque aun siendo mucho mayor que yo su autor, hay cosas en el limbo del tiempo del subconsciente que nos son comunes a muchos.
un abrazo
Se echa de menos la infancia, la niñez,... como Serrat ("tenía diez años y un gato...")
ResponderEliminarSaludos,
podi-.
Todo cambia, nada permanece, si acaso la memoria graba a fuego las vivencias más hermosas con la misma fuerza que las más dolorosas y tristes. Vallejera ya no es lo que es, ni Béjar, ni cualquier lugar. Eso sí, el recuerdo es engañoso, otorga una pátina hermosa a aquello que en realidad no lo fuera tanto.
ResponderEliminarUn saludo
Profound pictures you have made Miguel.
ResponderEliminarEs natural que haya cambiado, cual quier pueblo que se precie haya experimentado la transformación obligada debidas a las mejoras pulatinas del sistema de vida de los pueblos rurales.... las comunicaciones y los servicios han sido decisivos.
ResponderEliminarBesos
Only stones stand in the heat.
ResponderEliminarシ
ResponderEliminarFotos maravilhosas de lembranças do passado!
O tempo via passando e tudo muda!...
Boa semana!!!
Beijinhos.ჱه° ·.
❤˚° ·.
El tiempo pasa para todos y para todo.-
ResponderEliminarBuenas fotos.
Saludos.-
Qué buen uso del color, volvemos a la realidad, el pasado ahí tiene que quedarse, entre los recuerdos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu vuelta a los orígenes, Miguel.
Feliz semana.
De regreso de unas cortas vacaciones, tengo mucho trabajo pendiente.
ResponderEliminarEsta sèrie me ha encantado, es excepcional, muy especialmente con las imagenes en B/N.
Un fuerte abrazo Miguel
Hoy también te pongo un "pero" y digo también,pues ya a uan compi de este mundillo le he dicho lo mismo.. Me gustaría verlas en blanco y negro.. Buen lugar de frio seco y veranos no tan torrídos... Disfrutalo.. Un abrazo :)
ResponderEliminarLa evolución del blanco y negro al color quiere acompañar la trayectoria seguida por el pensamiento de Miguel Arcángel en el que un pasado en blanco y negro va siendo desmitificado para llegar a un presente en color.
EliminarUn abrazo.
Una serie excepcional de tu pueblo natal (Vallejera de Riofrío), todo evoluciona en esta vida y los cambios son inevitables, lo importante es que no se olvide nunca el lugar que nos vio nacer y crecer. La nostalgia nos embarga al recordar nuestro terruño y aún más si te encuentras lejos del mismo como es mi caso, que añoro cada día mi querida tierra. Las fotos son estupendas.
ResponderEliminarUn abrazo.
El pueblo es francamente fotogénico y, claro está que no es el mismo, no hay boñigas ni cagajones porque ya no hay vacas ni caballerías, es lo que tiene el tiempo. Por otra parte, también habrá disminuído la cantidad de moscas y tábanos que había antes y que ya no hay ahora.
ResponderEliminarSalu2
Querido amigo así pasa en todos nuestros pueblos, pierden poco a poco no solo los vecinos si no su autentica identidad.
ResponderEliminarComo siempre tus magnificas fotos saben transmitir .
Un abrazo.
Otra de tus series documentales, personales y emotivas, que gracias ti descubro lugares para mi desconocidos.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos.
La riqueza y añoranza de los pueblos. Ver como cambian, el y sus gentes. Preguntar por fulano y zutano, que fue de el o ella. Y preguntar por tal o cual lugar y como ha cambiado.
ResponderEliminarMe encanta este documento Miguel, de hecho veraneo en otro pequeñito de Castilla y León. Son un lujo para huir del ruido capitalino.
Enhorabuena por este documento
Un abrazo, Cesar
Gran colofón para esta serie, Miguel.
ResponderEliminarNuestro pasado siempre está ahí, pero está claro que el presente siempre termina imponiendose.
Enhorabuena por todo.
Un abrazo.
Bella serie, amigo... Nos llevas a un mundo que ya parece de otros tiempos... Buenos documentos
ResponderEliminarUn abrazo