Ya se que no es mi estilo y que no me prodigo demasiado en este tipo de reportaje —lo que no quiere decir que no me guste o que no lo practique— pero el caso de esta pequeña comunidad campesina del Espíritu Santo, en Antioquía, provincia de Huarochirí (Perú), en mi modesta opinión bien merece que haga una excepción y los castigue a ustedes con esta larga serie de fotografías y la historia del lugar que dejo más abajo. Pido disculpas por todo ello y agradezco su paciencia.
Antioquía, Huarochirí (Perú) |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Iglesia del Espíritu Santo |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Iglesia del Espíritu Santo |
Antioquía, Huarochirí (Perú). |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Iglesia del Espíritu Santo |
Antioquía, Huarochirí (Perú). |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Municipalidad Distrital y Restaurante Turístico |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Colores para Antioquía |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Iglesia del Espíritu Santo |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Canal 25 |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Bodega Pamela |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Bodega Lucerito |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Retablo de la Santísima Trinidad |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Balcones de la Municipalidad |
Antioquía, Huarochirí (Perú). Plaza de Armas. |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
El distrito de Antioquía, provincia de Huarochirí, en Perú, tiene como capital la pequeña comunidad de Espíritu Santo.
Situada en las estribaciones andinas, su altitud sobre el nivel del mar apenas supera los 1.800 metros y su distancia a Lima no llega a los 70 kilómetros que tardan en recorrerse entre dos horas y media y tres, incluso más, en función del aprecio que el chofer tenga por su propia vida.
Situada en las estribaciones andinas, su altitud sobre el nivel del mar apenas supera los 1.800 metros y su distancia a Lima no llega a los 70 kilómetros que tardan en recorrerse entre dos horas y media y tres, incluso más, en función del aprecio que el chofer tenga por su propia vida.
Dos calles principales abrazan la Plaza de Armas y la Iglesia mientras ascienden por el cerro hasta convertirse en una sola y son cruzadas por apenas cuatro callecitas transversales. Lo primero que llama la atención al viajero es que todas sus casas, enjalbegadas, están bellamente decoradas con motivos basados en la naturaleza, flores y aves.
El pueblo, con una economía de subsistencia basada en el sector primario, concretamente en una paupérrima agricultura tradicional y de montaña, estaba en un proceso de franca regresión hasta que, en el año 2004, se puso en marcha el proyecto "Colores para Antioquía" en el que se implicaron el Centro de Investigación, Educación y Desarrollo y la totalidad de los pobladores.
Hoy día cuentan con agua corriente, red de saneamiento y sus calles lucen limpias y perfectamente empedradas. Los fines de semana, pese a la infame y en algunos puntos muy peligrosa pista carrozable —no me atrevo a llamarle carretera— que lleva desde Lima a Antioquía, la población puede llegar a triplicarse. Este hecho da vida a los no menos de tres restaurantes que ofrecen menús típicos de la zona elaborados con productos locales; a un par de hostales y un camping donde pasar la noche; a dos o tres bodegas —así se llama aquí a las abacerías o tiendas en las que se venden alimentos de todo tipo al por menor—; varios puestos de artesanía y recuerdos y otros en los que se pueden adquirir manzanas, membrillos, chirimoyas grandes como balones de fútbol, así como vinagres, mazamorras, destilados y mermeladas derivados de estas frutas que ellos mismos cultivan.
Antioquía es ahora un pueblo pujante que comienza a ser conocido y reconocido y todo ello gracias a un proyecto artístico que, en un principio, puede que a muchos les pareciese una pérdida de tiempo y un dinero malgastado ya que no iba dirigido a llenar estómagos directamente. Yo no lo veo así, lo que yo veo es:
- Una comunidad unida en torno a un proyecto común que refuerza su sensación de pertenencia al grupo y los hace sentirse orgullosos de lo que son y de lo que han conseguido.
- Un desarrollo económico compatible con el modo de vida tradicional.
- Una mejora notable de los métodos de producción agrícola para hacer atractivos y competitivos sus productos en un nuevo mercado más amplio.
- Una ligera apertura al sector secundario mediante la transformación de los productos agrícolas y la producción artesanal.
- La aparición del sector terciario o de servicios en forma de restaurantes, hostales etc.
- Y, por si fuera poco, la refacción y pintura de fachadas ha ido haciendo desaparecer los muros de adobe, canto rodado y barro en los que anidaban arácnidos, ácaros e insectos como el transmisor del chagas, entre otros; lo que, junto al arreglo y limpieza de las calles, así como a la red de saneamiento, ha mejorado notablemente las condiciones higiénicas y de salud de la población.
Eso sí, dependiendo de la empresa de telefonía con la que usted contrate, corre el riesgo de quedarse sin cobertura; hecho que, al fin y a la postre, tampoco es tan malo.
¿Puede ser Antioquía un ejemplo a seguir o, por el contrario, no es más que una simple anécdota?
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Texto tomado de: «Crónicas de Viajes Reales o Soñados».
Autor: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
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Yo agradezco la buena serie de fotografias mostradas, sin duda Antioquía és una mina para el fotografo y tu, Miguel, la has aprovechado.
ResponderEliminarLos detalles, los colores y la composición de las imágenes son intachables.
Un abrazo
Me parece un gran logro haber sabido conciliar el desarrollo sostenible con sus tradiciones. Un aplauso para Antioquía y para ti por este estimulante reportaje.
ResponderEliminarUn abrazo, Miguel.
Magnífico reportaje trufado con mil y un detalles sobre esta pintoresca y artística población.
ResponderEliminarValia la pena la incorporación de distintas imagenes y la explicación final.
Un fuerte abrazo Miguel
Gran trabajo lleno de interés en el que queda de manifiesto cómo es posible vivir en un lugar lleno de alegría y colores. Un abrazo
ResponderEliminarEl ejercicio de paciencia no ha sido tan arduo y ha merecido la pena llegar al final y conocer la historia, y yo pienso que sí, que es todo un ejemplo
ResponderEliminarMe ha encantado conocer Antioquía a través de tus imágenes y explicaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Drawings make the world more beautiful.
ResponderEliminarPara mí el pasear por esstas imágenes ha sido todo un placer. Si me hubieras podido ver, he estado pasando un sin fin de veces el ratón de arriba abajo y de abajo arriba contemplando de una en una tu serie de imágenes.
ResponderEliminarLa decoración delas paredes me ha gustado mucho, demuestra el interés de lo vecinos por tener un ambiente agradable. Las puertas azules me ha recordado las de algunos patios de Córdoba , que hace poco he visitado.
No está de más las explicaciones de tu escrito, para poder conocer lo que es esencial en ese territorio.
Besos
Pues no sabría contestar a tu pregunta, al final de la explicación.
ResponderEliminarMe recuerda un poco al auge que en su día algunos pueblitos también han ido teniendo con ideas tales como ornar sus calles con flores, adecentar las fachadas y, en definitiva, atraer al turismo, que comerá en sus restaurantes productos de la zona, dormirá en sus hostales, quizás, y que se debaten entre las críticas de quienes consideran que son lugares "falsos" y los que piensan que han sabido espabilarse y escapar al olvido.
podi-.
Bonito paseo fotográfico nos has dado por Antioquía, Mguel, buenas fotos, con un estupendo tratamiento del color y la luz.
ResponderEliminarSaludos.
Perfection Miguel, the painting of the building is unique.
ResponderEliminarEven if this is not your style, I enjoyed your photographs very much. You introduced us to a very colorful and interesting world.
ResponderEliminarI like these series very, very much.
A hug.
Bonito,pintoresco y admirable.. Como he dicho en otras ocasiones,tenemos mucho que aprender de la solidaridad y el trabajo comunal de los pueblos andinos.. Preciosas imágenes Miguel,por cierto me apunto el destino. Un saludo :)
ResponderEliminarUn hermoso reportaje lleno de color y alegría. Una explicación que demuestra que el avance social es posible si hay empeño en ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
...uufff!! Ecantador pueblo!
ResponderEliminarComo desprede luz, sosiego, color y ccrdialidad.
Gracias Miguel por acercarnoslo a través de tus preciosas fotografías.
Un abrazo y buen fin de semana.
Ramón
Un véritable voyage,grâce à ta superbe série de photos. Le Pérou s'exprime beaucoup par sa musique, c'est un peuple qui le fait suai dans ses couleurs, affichées, dans le vêtement traditionnel, et je le vois, sur les maison.
ResponderEliminarEn toute amitié.
Roger
Excelente reportaje de un precioso pueblo, ejemplo digno a seguir. Y no tienes que pedir disculpas por nada Miguel, ya lo comenté alguna vez que para mostrar toda la belleza de un sitio como este, con una sola foto, sería imposible y lo digo por mi propia experiencia ya que yo si los suelo aburrir con mis extensos reportajes fotográficos...
ResponderEliminarUn saludo.