En la piel de los libros. |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Desde aquel 27 de julio en que desapareció su amada Brígida María del Sol, Edelmiro Remigio había caído en la más profunda de las depresiones. Sus paseos a caballo por los cafetales, la navegación al bojeo de la isla que había comprado para ella o la contemplación de las bacantes de faldas arremangadas y corpiños sueltos contratadas para pisar la uva de sus viñedos californianos, apenas si despertaban en él un breve segundo de interés. Sólo los libros, especialmente uno titulado «El amor entre los paltos», conseguían romper su ensimismamiento y entretener sus horas.
Gustaba especialmente de las publicaciones de S.L Dermia Editores. Eran obras breves cuidadosamente encuadernadas e impresas en un papel suave y cálido cuyo tacto despertaba en él viejas y agradables sensaciones que le recordaban a la mujer amada. El ejemplar numerado de «El amor entre los paltos» que acariciaba entre sus manos, mientras por la ventanilla de su avión privado contemplaba el sinuoso curso del Amazonas, lo había adquirido a un precio muy favorable pues, según su librero, tenía una pequeña y casi imperceptible tara que no había conseguido encontrar.
Cuenta su sirvienta que, la tarde en que murió Edelmiro Remigio, éste se encontraba admirando la puesta de sol en el château del valle del Loira cuando pidió que le llevasen una lupa. Tras analizar con mucho cuidado la guarda de su libro favorito, comenzó a separarla de la tapa con un afilado cortaplumas hasta que, de repente, lazó un agudo grito y cayó muerto como fulminado por el rayo. Sí, señor, —repite una y otra vez Rosaura Alberta— detrás de la guarda había el dibujo de un corazón atravesado por una flecha y las letras BMS, a un lado, y ER al otro, igualito, oiga usted, fíjese que coincidencia, al tatuaje que llevaba la señora sobre el pezón de su seno izquierdo, justo encima del corazón.
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Texto: «Apuntes de urgencia para el guión de un serial radiofónico de 412 capítulos a emitir por Radio Rad y Ola».
Autor: Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío.
Betty Missiego - Piel de Diciembre.
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Una foto estupenda en todos los sentidos, tanto el motivo, encuadre y procesado son magníficos.
ResponderEliminarA mí si que me da envidia tu habilidad para la escritura, además de ese bagaje intelectual que posees y que demuestras en tus entradas en las que unes de forma genial, imágenes, texto y música.
Un abrazo Miguel
Boa tarde, é uma foto com todos os pormenores e detalhes, a mesma tem a qualidade e elevada beleza, o texto acompanha na perfeição.
ResponderEliminarContinuação de boa semana,
AG
Excelentwe b/n y texto !! Si no hubiese usado la lupa, Edelmiro seguiría admirando las puestas de sol.
ResponderEliminarPara los que somos parcos en palabras, se envidia la facilidad que tenéis algunos con las letras para aconpañar las fotos.
Besos.
Magnífica instantánea Miguel
ResponderEliminarO los libros en la piel, muchas veces es mejor no ser tan curioso y obstinado, dejar pasar un poco las cosas.
ResponderEliminarMagnífica esa imagen con un ByN sensacional y el relato que cuadra perfectamente con ella.
Un fuerte abrazo Miguel
The world of the tattoo put out in the sun;)
ResponderEliminarExtraordinária imagen complementada como acostumbras de una história que te mantiene en vilo hasta el final.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Miguel
Extraordinaria imagen, en todo los sentidos. No menos es de valorar la atractiva historia que nos cuenta, en esta lujosa entrada.
ResponderEliminarLa música es tranquila y relajada, como se desea a esta hora de la tarde en que se necesita el descanso después de un jornada de trabajo.
Besos
Beautiful tattoo, beautiful woman.
ResponderEliminarLa historia es buena, pero la imagen, espectacular, Miguel. Un abrazo.
ResponderEliminarMagnifica imagen, mas que bien acompañada por tu historia
ResponderEliminarUn abrazo,amigo
¡Vaya!
ResponderEliminarpodi-.
¡Preciosa imagen Miguel! El microrelato me ha gustado aunque no he vuelto a la fotografía para mirar el tatuaje en el pezón de la chica, pues había observado muy bien la foto y sabia que estaba de espaldas.
ResponderEliminarAbrazos de Espíritu sin Nombre.
Ahora que está tan de moda los tatuajes, no resultan tan llamativos como antaño, aunque siempre nos despiertan la curiosidad de esos mensajes o símbolos que muestran la piel y que albergan mil y una historias, como la que nos cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo, Miguel.
Estupenda imagen Miguel !!!un compendio magnífico imagen-texto-música...para algunos es importante 'escribirse' hechos importantes de su vida...
ResponderEliminarGran abrazo Miguel
Magnifica imagen con ese gran contraste y hermosa la narración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena foto, Miguel, me gusta como la has compuesto y editado. Buen trabajo.
ResponderEliminarSaludos.
Me ha encantado el relato, Miguel, perfectamente ilustrado con la fotografía, que me parece genial. Un BN impecable con ese fondo fuera de foco suave por la profundidad de campo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen finde :-)
Buena foto y excelente la historia que la acompaña. Siempre es un placer admirar el arte que tienes para conjugar tus fotografías con historias tan bien contadas...Enhorabuena Miguel.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta mucho el original título que le has puesto a esta estupenda y detallista toma.
ResponderEliminarBonito texto el elegido como complemento.
Un abrazo.
Ramón
La anterior y la precedente son muy buenas, pero esta me ha hecho verla varias veces...creo que has captado un buen momento y has sabido interpretarlo perfectamente, gran trabajo!!!
ResponderEliminarUn enorme abrazo, Miguel!!! ;)
·.
ResponderEliminarNo tienes precio tanto como escrito como fotógrafo.
El relato es fantástico y el final apoteósico. ¡Ese pezón!
La foto, soberbia.
Un abrazo Miguel
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La Mirada Ausente · & · Cristal Rasgado
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