«A Botilla ou Casa do Santo» de A Espenuca dando entrada al Cementerio |
«A Botilla ou Casa do Santo» de A Espenuca dando entrada al Cementerio |
«Ave María Gratia Plena». «Peto de Ánimas» en A Espenuca |
«Botilla ou Casa do Santo» en A Espenuca. Nuestra Señora de los Remedios. |
Puede que la veas mejor si haces clic sobre la foto y luego pulsas F11.
Por estas tierras se conoce como «Botilla» o «Casa do Santo» a unos edificios que, sin formar parte de ellas, sirven de almacén para las iglesias y a los que, el día del santo patrón, curas y cofrades trasladaron las pantagruélicas comilonas que antiguamente se celebraban en las sacristías. De este modo, sin duda, pretendían guardar las formas y el respeto debido al templo.
En el caso de A Espenuca, metros más abajo de la cumbre y oculta por los árboles, la «Casa do Santo» actual es una reconstrucción de otra aún más antigua que, a su vez, debió ser edificada como prolongación del abrigo natural formado por unas peñas que fueron el hogar de Cendulfo, santo varón y primer monje del que se tiene razón por estas soledades. Hoy día es una capilla dedicada «a Nosa Dona dos Remedios de Espenuca Nai da Igresa» cuya imagen de piedra, sedente, en majestad, podemos ver en su interior sosteniendo con la mano derecha un barco y con la izquierda al Niño Jesús en actitud de bendecir. Justo a su lado una interesante pila bautismal románica. Con todo, llama la atención el dintel de la puerta con grabados evidentemente celtas.
Doña Eulalia me contó que, allá por mil novecientos treinta y tantos, un ladrón del que nunca se supo el nombre ni el origen intentó robar los pocos «patacones» que pudieran haber en el «peto de animas» integrado en la fachada principal, forzando para ello los barrotes de la puerta. Cuando estaba con medio cuerpo dentro, Santa Aia o alguna otra fuerza poderosa envió un enjambre de abejas que lo picaron a millares. Hinchado por demás no pudo entrar ni salir muriendo allí con tan mala suerte que, cuando al cabo de los meses lo descubrió el sacristán, no quedaban de él más que los huesos. Algo de verdad debe de haber en esta historia porque, aparte de mantenerse la reja tal cual quedó, aún hoy en día allí sigue, aposentada en el tejado, una colmena de las abejas vengadoras como advertencia a todo aquel que se acerque con malas intenciones.
¿Me dice usted que le parece raro que los curas comiesen junto a las tumbas de los muertos? Bueno, yo no se si comían o no —aún no había nacido en esa época— pero le diré que por aquí nunca se come y se bebe con gula más desaforada que después de los entierros. El hecho de despedir al familiar o al amigo, la proximidad de la muerte, nos hace recordar lo corta que es la vida y, oiga, ¿qué mejor modo de disfrutarla que comiendo, bebiendo y... lo que surja?.
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Texto tomado de: "Guía de Viajes Reales y Soñados".
Autor: "Miguel Arcángel de Vallejera y de Riofrío".
NOTA: La serie sobre A Espenuca consta de varias entradas, a saber:
- A Espenuca (Coirós — A Coruña).
- Rocas.
- A Espenuca (Coirós).- A Botilla ou Casa do Santo.
- A Espenuca (Coirós).- Parroquia de Santa Eulalia.
- Pesadillas.
- A Espenuca (Coirós).- La Cama de Santa Eulalia.
- A Espenuca (Coirós).- El territorio.
The Mystic's Dream — Loreena Mickennitt
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Another way to talk about eternity...
ResponderEliminarYo sí creo que comerían mucho en cualquier sitio, y no es que sea una crítica. El resto también lo haría, en función de sus posibilidades.
ResponderEliminarpodi-.
Curiosa historia acompaña a esas bellas fotos. Ayer hice una visita a S.Fernando de donde estoy a pocos km y dejé visitar su cementerio por la tarde pero me tuve que venir sin visitarlo ya que los domingos por la tarde permanece cerrado, creo que merece la pena ver el mausoleo de Camarón aunque no he pensado volver otro día.
ResponderEliminarBesos
Curiosa historia acompaña a esas bellas fotos. Ayer hice una visita a S.Fernando de donde estoy a pocos km y dejé visitar su cementerio por la tarde pero me tuve que venir sin visitarlo ya que los domingos por la tarde permanece cerrado, creo que merece la pena ver el mausoleo de Camarón aunque no he pensado volver otro día.
ResponderEliminarBesos
Impresionante dominio del B/N y de las texturas.
ResponderEliminarImagenes maravillosas y espectaculares.
Un fuerte abrazo Miguel
Estupendas Miguel, los encuadres son geniales. La luz de la última espectacular, me parece un fotón.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un mundo herido, espacios ocupados episodios provisionales que pueden ser
ResponderEliminarsustituidos. Espacios de tiempo detenido en el que imaginariamente podemos
reconstruir en la memoria siempre de un pasado.
Buena edición en blanco y negro y definición de imagen.
Abrazos.
- Gracias por tus generosos comentarios -
Fantastic Miguel, I love the inside, breathtaking.
ResponderEliminarQue lugar tan romántico y evocador. Buen trabajo, Miguel. Un abrazo.
ResponderEliminarSecluded and very peaceful place which keeps past and cherishes it. Magnificent photographs, Miguel! I am swept away by these images.
ResponderEliminarA hug.
Curiosa historia y un dominio del blanco y negro espectacular que nos permite apreciar la rugosidad de la piedra.
ResponderEliminarLlevo unos días con problemas de conexión y no he podido contestarte en dónde debía: no era una macrolepiota, sino un licoperdum.
Un abrazo Miguel