Puertas abiertas; al menos las del zaguán. |
Quiero dar las gracias a todos aquellos que, con sus comentarios, han contribuido a aclarar mis ideas durante estos días .
Toda reflexión conlleva una serie de conclusiones que, generalmente, motivan una toma de decisión. En mi caso la decisión es la de mantener abierto el blog.
He podido comprobar que la utilidad de los comentarios para evaluar tu evolución o regresión como fotógrafo es muy relativa y, en consecuencia, relativa deberá ser también para mi la importancia que debo dar a los mismos. En pocas palabras, creo haber aprendido a separar el grano de la paja.
Me habéis hecho ver que este blog no sólo es mío, sino que debe ser para mi; por lo tanto no debo plantearme si lo que publico gusta o no a los demás, ni tan siquiera si es bueno o no. Basta con que a mi me diga algo. El que guste a otros será, en todo caso, un valor añadido más.
Una de las razones que ha pesado en mi decisión de abrir las puertas de nuevo es haber descubierto que hay personas a las que sí parece interesarle lo que hago y que sí se toman la molestia de analizar mis trabajos. En este sentido, créanme, me he llevado más de una grata sorpresa.
He valorado el hecho de que seguir publicando es darme una oportunidad de seguir aprendiendo y una motivación para tratar de mejorar.
Desde el punto de vista estadístico me anima a continuar el hecho de que la media de visitantes por cada una de mis entradas indica claramente que son bastantes más los que pasan por ellas sin comentar que los que sí lo hacen y también he de tener en cuenta a esos más o menos anónimos visitantes.
La experiencia de hacer este alto en el camino me ha parecido positiva y sólo por ello creo que trataré de repetirla como método de trabajo.
Gracias nuevamente a todos aquellos amigos que me habéis ayudado con vuestros consejos durante estos días pese a que no nos conocemos más que en este ámbito virtual.
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